José “Pepe” Mujica es de esos personajes que no pasan desapercibidos. Político uruguayo, exguerrillero, presidente del país entre 2010 y 2015, pero sobre todo, un tipo que rompió el molde.

Antes de llegar al poder, fue parte de un movimiento revolucionario llamado los Tupamaros, lo que le costó pasar más de 10 años preso en condiciones durísimas. Pero lejos de volverse resentido, salió con una filosofía de vida basada en la humildad, la libertad y la justicia social.
Cuando fue presidente, sorprendió al mundo entero: vivía en una casa de campo súper sencilla, manejaba un escarabajo viejo, donaba casi todo su sueldo y hablaba sin filtro. Durante su mandato se aprobaron leyes súper progres como la legalización del cannabis, el matrimonio igualitario y políticas de inclusión.

Mujica se ganó el respeto global no por ostentar poder, sino por ser coherente con lo que decía y hacía. Hoy ya no está en el gobierno, pero sigue tirando frases que te dejan pensando. Un crack, en toda regla.