No es techno, no es punk… es Perú  y su ruido sagrado

La escena musical peruana ha evolucionado hacia una estética híbrida, donde la música electrónica alternativa dialoga con influencias del rock, el punk y lo experimental. Lejos del circuito comercial, artistas emergentes están construyendo un espacio propio con sonidos crudos, acelerados y emocionales, influenciados por el hard techno, el breakcore y la cultura de rave underground. Sus propuestas no solo son musicales, sino también políticas y estéticas: beats industriales, visuales postapocalípticas y performances enérgicos que cuestionan los límites de género y estilo

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Carlycore, artista peruana. (Soundcloud, 2021)

Por otro lado, algunos proyectos representan enfoques más abstractos y experimentales de la electrónica peruana. Con estéticas que cruzan el noise, la manipulación sonora y el arte conceptual, estos proyectos han sido clave en la consolidación de una electrónica más intelectualizada y rupturista. Aunque distintos en forma, comparten una misma actitud: romper el molde.

A pesar de su riqueza estética y expresiva, la música electrónica alternativa en Perú enfrenta múltiples adversidades. La falta de apoyo institucional, la ausencia de espacios adecuados para la experimentación sonora y los prejuicios hacia lo no comercial dificultan su desarrollo y visibilidad. Aun así, esta escena ha encontrado la forma de crecer desde la autogestión, creando comunidades que priorizan la libertad creativa, la diversidad y la resistencia cultural. Lejos de las tarimas tradicionales, los beats acelerados, los visuales intensos y los sonidos extremos se convierten en formas de expresión auténtica que desbordan los márgenes impuestos por la industria. Estos espacios —a menudo informales, itinerantes y creados colectivamente— se han transformado en refugios seguros, donde todes pueden habitar sin etiquetas ni moldes. En un contexto hostil, esta música representa no solo una forma de arte, sino un acto de presencia, resistencia y cuidado mutuo.

Como señala Dante Gonzales, músico y coleccionista de sintetizadores analógicos, en una entrevista para el programa Cazar Truenos: “La escena electrónica en Perú ha sido siempre una trinchera creativa. A pesar de las limitaciones, hemos construido un espacio donde la experimentación y la autenticidad son las reglas. Es un refugio para quienes buscan expresarse sin restricciones.”

Esta declaración resalta cómo, a pesar de los desafíos, la comunidad de música electrónica alternativa en Perú continúa siendo un espacio vital para la innovación y la expresión libre.

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