Jugadoras de Futbol entrenando.

Fútbol femenino más allá de la selección: el reto de las jugadoras.

 Mientras el fútbol femenino gana terreno en la escena pública, el verdadero problema se encuentra en las jugadoras y sus posibilidades de ser exitosas en este deporte.

Empecemos por el inicio de cualquier deportista: su academia. Un buen deportista puede salir de todas partes del Perú, pero sin una buena escuela, nunca saldrá, eso lo sabemos. Ahora, imagina eso desde un punto de vista de un deporte ampliamente enfocado en las categorías masculinas como lo es el fútbol, se pone aún más difícil. Sin embargo, no todo es malo: Campañas como las de Yape con “Un Futbol Diferente” demuestran que cada vez hay más intención por hacer crecer estas categorías. Pero ¿Esto nuevo crecimiento se ve reflejado en las nuevas futbolistas femeninas? 

La mayoría de niñas eligen practicar fútbol a una edad temprana. Según “Una radiografía sobre el fútbol femenino en el Perú” de Yuriko Aquino (2022), el 41% decide con menos de 9 años, 31% entre los 9 y 13, 22% entre los 14 y 19 y finalmente 6% después de los 19 años. Se va viendo el declive a partir de los 9 años, edad en la que idealmente se puede empezar a practicar un deporte con expectativas competitivas y, en el caso de las mujeres, esto puede tener explicación dada por las jugadoras con mayor edad. Yahaira Razzeto, dueña de la academia de fútbol femenino Real Athenas, nos cuenta que mujeres de diversas edades se acercan a ella con la intención de aprender:

 “Lo que algunas veces me dicen es que como nunca lo pudieron hacer de niñas, ahora lo quieren hacer de grandes y más aún que hay más oportunidades”

Pero digamos que persistieron y tuvieron el apoyo de crecer dentro del fútbol, llega la pregunta que toda deportista peruana debe hacerse a medida que va creciendo: “¿Que tan prob able es que este esfuerzo termine en un desarrollo profesional?” Según Jose Luis Gongora en “Fútbol femenino, los medios y estereotipos: la lucha de un juego poco difundido.” las mujeres que muestran pretensiones de hacer intromisión en este deporte, caen en cuenta que el panorama es cada vez más incierto y es que más del 82% de jugadores profesionales en el Perú reciben menos de S/. 500 soles al mes por practicar este deporte, teniendo que combinar un trabajo regular con el futbolístico, por lo que el panorama no se ve particularmente positivo incluso si llegas a una estancia profesional. Yahaira, desde su experiencia como jugadora, nos cuenta:

“El mayor reto, yo diría desde mi perspectiva, es que el apoyo. Muchas de las seleccionadas, como podrás ver hoy, son de Alianza o ya son de la U. Ya tienen cierto apoyo, ya sea uno del club o de sus papás, que también es importante, y que pueden focalizarse en jugar […] Muchas de las chicas no pueden jugar porque tienen que trabajar y no es que puedan enfocarse solamente en jugar”

El camino de una futbolista en el Perú no solo depende del talento, sino de las oportunidades que tenga desde niña. Las academias cumplen un rol vital en esa etapa inicial, pero el verdadero reto es sostener ese sueño con el paso del tiempo. ¿De qué sirve impulsar el fútbol femenino si las jugadoras deben elegir entre su pasión y su sustento? El crecimiento del deporte no puede medirse solo por visibilidad mediática, sino por las condiciones reales que permitan a más mujeres vivir del fútbol sin renunciar a sus aspiraciones. La reflexión es clara: apoyar al fútbol femenino no es solo celebrarlo, es construir un sistema que no las obligue a abandonar. Apostar por las academias, profesionalizar los procesos y asegurar estabilidad económica son pasos urgentes si queremos que el talento no se pierda en el camino. Porque el futuro del fútbol femenino empieza hoy, en cada cancha donde una niña decide no rendirse.

Fuentes:

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