El pasado 14 de mayo, Andreina Farías, ciudadana venezolana de 38 años, fue víctima de un crimen a las afueras de su viviendo. Tras haber sido abusada sexualmente durante más de diez horas, sus agresores la atropellaron y abandonaron en el lugar.
Farías habría migrado al país hace ocho años con la esperanza de brindar una mejor calidad de vida a sus hijos en su natal Venezuela. Sin embargo, lo que parecía ser un procedimiento rutinario, terminó por volverse en la tragedia que desaparecería todos sus sueños.
Habría contactado a la empresa de telecomunicaciones Claro Perú para que envíen técnicos para la instalación del servicio de internet.
De acuerdo con información brindada por Mikel Buena Pico, amistad cercana de la víctima, la idea de que su amiga habría sido violentada es evidente luego de ver como uno de los técnicos salía con sus zapatillas en las manos.
La empresa de telefonía Claro Perú lazó un comunicado a la opinión publica donde intenta deslindarse de la polémica ocasionada por el feminicidio.

A la fecha Jean Carlos Montero Huaylinos y Rubén Dario Cueva Velásquez, los presuntos responsables del feminicidio, están desaparecidos con una orden de captura.