
Nos encontramos en un tiempo donde los medios digitales tienen un poder inmenso: pueden amplificar denuncias, movilizar solidaridad o, por el contrario, reforzar estigmas, sembrar dudas y profundizar el dolor de quienes denuncian violencia de género o, incluso, a aquellas víctimas de feminicidio en Perú.
¿De dónde parte la violencia de género en medios digitales?
En su artículo Pantallazo a la violencia de género: Redes sociales y ciberviolencia en relaciones sexo afectivas, Sarmiento señala que el primer paso es reconocer que las plataformas digitales, en especial las redes sociales, juegan un papel central en el modo en que se construyen y experimentan ciber agresiones de violencia de género.

La raíz, va desde el lado de la desinformación. No hay conciencia sobre el acontecimiento de una violencia de género digital, ¿la razón? no se habla suficientemente de temas como acoso sexual, grooming, revictimización.
A ello, señala en nuestra entrevista, Kelly Pariona, cofundadora del grupo activista, Mujer Dispara Audiovisual Feminista:

¿Cómo se aborda mediáticamente la violencia de género en el ámbito digital?
La aproximación de Anticona Alegre en su artículo El periodismo de opinión en el Perú frente a noticias de feminicidios. Caso Solsiret Rodríguez, señala que, toda noticia genera un impacto en la sociedad, cuyo alcance varía según cómo se presenta.
Sin embargo, hoy en día, las dinámicas de revictimización se disfrazan de opinión, de cobertura noticiosa. Desde las mismas titulaciones hasta estilos de redacción o guión que adjudican culpa a la víctima en lugar de señalar al agresor. A ello, se destaca lo señalado por abogada y activista feminista Ingrid Tafur en la entrevista realizada:

Tomando de ejemplo el del caso del feminicidio de Solsiret Rodriguez, la cobertura mediática mantuvo un enfoque dividido sobre cómo abordar hechos noticiosos de violencia de género. Por su parte, se destaca el programa “Evidencia Oculta” por América TV con Julio Chuquitaype, cuyo acercamiento fue más de corte moral, sensacionalista, señala Pariona.
Durante el programa “Evidencia Oculta”, se usaron recreaciones del feminicidio, con la aparición de sangre, de golpes y el portrait de hechos terribles realizados a los restos de Solsiret Rodriguez. Aquello, no solamente es una falta de profesionalismo, sino también una clara revictimización hacia la memoria de la víctima.
¿Cómo se regulan estos cortes sensacionalistas?
Si bien existen vacíos legales a los que se apela, justificados en su libertad de expresión, no han sido exceptuados de la denuncia y rechazo público por entidades con un mayor principio ético, como lo fue expresado en los comunicados oficiales de entidades como el CMP Flora Tristán y Concortv.
Entra ahí a tallar entonces, menciona Tafur, la necesidad de protocolos éticos de cobertura, espacios de autocuidado y reflexión dentro de las redacciones. En ese sentido, GUÍA PARA LA COBERTURA MEDIÁTICA DE CASOS DE VIOLENCIA GÉNERO de Ramieri Delgadillo, permite tomar en cuenta la necesidad aquel protocolo ético, que evita la revictimización, protege la dignidad de las víctimas, el bienestar de sus familias y promueve un lenguaje respetuoso y libre de morbo que idealmente, acompaña esta lucha por frenar el sensacionalismo frente a la violencia de género.
Cómo soporte adicional, el siguiente carrusel de la cuenta oficial de Ni Una Menos CBA, permite una resumido, pero enriquecedor manifiesto sobre la necesidad de una “RESPONSABILIDAD” clara en la cobertura mediática en casos de femicidio.
¿Han encontrado algún otro ejemplo de corte sensacionalista frente a casos de feminicidio o violencia de género? Los leo.